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miércoles, 18 de marzo de 2020

Palillos de bolillos de madera (4).

 Recordar los difíciles comienzos de todo es valorar lo que se tiene ahora, y ayuda a apreciar el avance que se ha conseguido. Si se recuerda resoplando, entonces se ha avanzado poco. Sin controlar mi gesto al volver la vista atrás, sé que lo hago sonriendo, por lo feliz que fui, disfrutando de mis apreciados primeros cincuenta palillos de bolillos, de madera de Boj. A éstos le siguieron los adquiridos en el primer Encuentro de Bolillos al que asistí, en Huesca. Entrar en el pabellón y ver a todas esas encajeras haciendo sonar sus palillos a la vez... Sigo manteniendo esa ilusión dentro.

 Como era inevitable, mi Taller de Hilos ha ido creciendo. De no tener mesa donde dejar mi primer mundillo a no tener mesa donde dejarlos todos, a pesar de casi dos metros de mesa. Hay que puntualizar que deben compartir espacio con otros proyectos de costura. Siempre llevo varias ideas a la vez, porque dependiendo del tiempo que tenga me dedico a una o a otra actividad.

 En el mundo del encaje de bolillos existen manos que son muy admiradas por su maestría, dando lugar a encajes imposibles. Por otro lado, también encontramos artistas paralelos que facilitan el llegar a trabajar encajes de exposición: son los artesanos de los materiales. A veces son conocidos sólo a nivel local, cuando su arte no es de una tarde, y sus joyas provocan los más profundos sentimientos. En este grupo, destacan los proveedores de palillos de bolillos, obtenidos de diferentes materias, donde la madera es la más buscada. 


Bolillos alemanes, realizados en madera de Haya blanca. El hilo queda protegido de las manos con una funda desmontable en madera de Cerezo.

Palillos de bolillos de Bayeux en madera de Violeta, de Palo rosa y de Amaranto.

 Palillos de bolillos ingleses de Honinton en madera de Palisandro, y palillos de bolillos suizos Roman en madera de Guatambu y de Palisandro oscuro.

Palillos de bolillos en madera de Ébano, con distintos labrados, y de Bayeux en el centro. Estos palillos suelen ser los más admirados y también los de mayor valor económico.

 Actualmente, para realizar mis encajes dispongo de más de mil palillos de bolillos... Cuando llegué a mil, dejé de contarlos, porque siempre me faltan.




lunes, 20 de mayo de 2019

Intentando crear encaje de Almagro

 La primera vez que acudes a un nuevo proyecto siempre es emocionante, pero las siguientes veces ya sabes lo que vas a encontrar, por lo que tu interés puede ser mayor. Es lo que ocurre en las clases de Ana Isabel Madrigal.

 Pude reconocerla mucho antes de llegar a la cafetería donde estaba desayunando con otras encajeras. Aunque era invierno y hacía frío, el calor de la emoción podría haber hecho innecesario el abrigo que llevaba, el cual, ahora desabrochado, simulaba una capa tras de mí, ocupando la acera desnuda de gente, en aquella nubosa mañana mirandesa.
 Entré en aquel bar directa hacia ella, imposible equivocarse, y aún tuvo el humor de presentarse... como si no supiera ya a quien me dirigía.
 El alboroto que generaban el resto de alumnas en torno a ella, comentando los progresos de la última clase, las dudas que encontraban y la lluvia de deseos de nuevas labores situaba a este grupo de encajeras en un ambiente de trabajo despierto y ansioso de conocimientos, aumentando mi curiosidad y complaciendo el esfuerzo por el traslado desde otra ciudad.
 Y aprender Rosaline perlada fue el resultado, como ya os conté en Una ciudad llamada Rosaline.

 De la última reunión con Ana, hace ya algún tiempo, regresé a casa con mil ideas hablándome a la vez. En esta ocasión, me sumé a las que solicitaban un primer contacto con el encaje de Almagro. De esa experiencia, logré acabar con agrado una pequeña muestra que me provoca una sonrisa, recordando las ocurrencias de Victoria y la energía de Yolanda.


 Comenzando la muestra de encaje de Almagro.
Trabajo en la almohadilla.
Trabajo final.












 












 







 En el camino de vuelta a casa, notaba que en la bolsa de mis materiales de bolillos se había colado la inquietud de practicar una característica del encaje de Almagro que no se incluía en el patrón de inicio: el metidillo. Pero para lograrlo necesitaba un patrón cuyo dibujo lo incluyera. Los patrones de encaje de Almagro no son fáciles de conseguir, no están tan disponibles como los patrones de otras técnicas. Ante esta dificultad sólo me planteé el dibujar yo misma un patrón acorde con los trazos que necesito.
 Y me puse manos a la obra...





 Así lucía mi almohada gallega, llena de bolillos que seguían mi primer patrón. Si el hacer encaje ya me llena el alma, el pensar que yo había marcado los trazos aumentaba mi sonrisa.
























   Ésta es la pieza de la alumna feliz, de la alumna que, con lo aprendido, sigue buscando más, hasta ser quien completa todo el proceso, desde el principio al fin.
 Qué acierto haber utilizado los suaves bolillos de ébano de Conchi Pérez, con su repiqueteo alegre.




 Supongo que te habrás quedado con la duda de saber qué es el metidillo. A mí me lo explicó Ana, como tantas otras dudas...




domingo, 20 de mayo de 2018

El embrujo de Barjac Ombrée.

 Llevaba décadas haciendo bolillos, pero asentada en los mismos conocimientos, sin forzarme a subir un escalón de dificultad. La comodidad, las prisas de la vida y la lógica del trabajo me obligaban a permanecer en el mismo tipo de encaje... Hasta que la vida se tuerce, cuando torcer no significa ir a peor, significa que ha llegado el cambio que necesitabas.

 Tras muchos años discutiendo los patrones en soledad, decidí asistir a unas clases de bolillos diferentes. María Jesús Ruíz me abrió una ventana que no había visto en la pared. Me presentó a las grandes. Nombres que, al principio, me resultaban impronunciables, y que ahora me salen sin pensar. Ella me mostró la grandeza del encaje. Me educó en un protocolo artesanal ineludible para ser la encajera que yo ocultaba involuntariamente. Pero el mérito que Ella tiene marcado en mi formación es el de haber inclinado mi interés hacia un encaje que ni yo misma sabía que quería encontrar. 

 Tras varios tipos de encaje de cinta, pasamos a practicar el tul, en las raíces del encaje inglés. Los diseños de iniciación al Encaje de Bucks me atraparon en los giros de su red básica y en sus formas redondeadas. Después llegó el Encaje de Tonder, más geométrico, pero de interesante técnica. En los ejercicios de Encaje de Chantilly mis ojos ya no podían brillar más. En ese momento era necesario nombrar a Ulrike Voelcker, cuyo trabajo me tiene totalmente abstraída. Su particular visión del tul me invadió sin resistirme. Y fue entonces cuando se derramó sobre mí su pócima más increíble: el encaje de Barjac Ombrée.

 En su libro más admirado, Ulrike narra cómo encontró en un mercadillo un arrugado y olvidado trozo de encaje, de corte alargado y tono oscuro, realizado bajo unas directrices que correspondían a todas y a ninguna de las técnicas de bolillos hasta ahora descritas. Se podría decir que ella sintió que tenía en sus manos el Santo Grial del mundo del encaje. Después de relatar su hallazgo, el texto avanza en el detallado estudio del retal, distinguiendo secciones según el dibujo que se representa, con una minuciosa disertación de cada una de ellas, tratando de encontrar una lógica explicación que sirva de base a su método. El libro concluye con una colección de muestras diseñadas por la propia Ulrike Voelcker, añadiendo las oportunas indicaciones y el patrón para poder tejerlas. 


Tejiendo encaje de Barjac Ombrée con bolillos ingleses de madera de lila y de hueso, torneados por Chris Parsons.

 Aunque la autora expone un glosario de posibles hilos a utilizar, tanto de hilo base como de reseguido, en esta muestra se han empleado hilos que no están incluídos en ese listado. Se trata de la seda negra L12 de O percheiro dos croques y la seda negra del n. 30 de Seta Reale.

  Para una correcta realización del patrón, dibujé en mi cuaderno de encajes el punto de fondo, definido como "Der Grund" por Ulrike Voelcker, pretendiendo alcanzar una familiaridad con tan complicado diseño. Incluso repasé el diagrama de colores para no olvidar ninguno de los constantes cambios de puntos que se producen en el desarrollo del encaje. En esta técnica, los errores son insalvables, precisan volver atrás irremediablemente, bajo la sombra de la posible rotura del fino hilo con el que se está trabajando. Además, es fundamental mantener los bolillos en ordenada secuencia. La fórmula más utilizada para lograrlo es introducir sus anillas de abalorios, conocidas como "spangles" entre las encajeras inglesas, en gigantes imperdibles. El imperdible que aparece en la foto me supera en años. Mi abuelo lo hizo para que mi Madre pudiera tricotar los distintos dibujos en la ropa de la canastilla para mi hermana.

Aparente desorden durante el trabajo.





 Los dibujos de dentro de los motivos alternan zonas "ombrée" con figuras propias del Encaje milanés.
Cada vez que vuelvo a mirar el resultado, no puedo evitar sonreir.



domingo, 4 de febrero de 2018

Palillos de bolillos de madera (3).

 Empezar una nueva labor de encaje de bolillos es más que una ilusión desde que se plantea, bien sea porque tenemos un patrón a realizar ya en casa, o porque se nos presenta un reto incluido en una revista, o buscando otros materiales en un encuentro de bolillos. Preparar todo lo que vamos a necesitar para nuestro trabajo forma parte de ese arte de hacer encaje de bolillos.

 Uno de los apartados a tener muy en cuenta es la elección de los palillos de bolillos. Ya hemos comentado aquí los distintos factores que condicionan la selección de unos palillos o de otros. Podemos afirmar que los palillos de bolillos deberían ser los últimos en la lista de los materiales de nuestro nuevo trabajo.

 A continuación os muestro algunos de los palillos que utilizo para hacer mis encajes.

Palillos de bolillos ingleses, en madera de bajo peso, para encajes hechos con hilos muy finos, como los distintos tipos de tul. Las encajeras inglesas introducen una anilla con abalorios en un agujero que posee en su parte inferior para evitar que el bolillo gire libremente durante su uso. 
Bolsa de rayas confeccionada por Merche GS.

 Palillos de bolillos belgas de Brujas para encaje de Binche, en madera de Boj, y miniaturas de palillos de bolillos en madera de Boj para mundillos de viaje.




  Palillos de bolillos en madera de Boj. A la izquierda, cortos y en punta, y a la derecha, largos y rectos, todos tratados con pintura a la tiza por Ángeles Santigosa.


jueves, 20 de julio de 2017

Mi Vainica se llama Elena.

 No recuerdo quién me llevó hasta aquel grupo de Facebook. Si pudiera recordar, no sabe lo agradecida que le estoy. En Artesanas del bolillo convivimos en igual tono principiantes, maestros y proveedores de materiales. Enseñamos nuestros mundillos, opinamos de los trabajos de los demás, resolvemos los problemas que nuestra pasión nos quiera presentar, quedamos en los encuentros y adquirimos materiales. Un día, como una pregunta más, Ana Isabel Madrigal, maestra de bolillos, comentó que si alguien sabía hacer Vainicas...

 El resultado fue la creación de un nuevo grupo de Facebook llamado Caprichos de Vainicas, capitaneado por Elena, o, lo que es lo mismo, Caprichos de Bolillos. Actualmente, este grupo se compone de más de 4.600 miembros.
 Caprichos de Bolillos se presenta como un blog en el que se pueden admirar y adquirir labores de bolillos con un alto grado de perfección. Ligas para novias, cojines de alianza, pañuelos de comunión y una extensa variedad de tocados para celebraciones son algunos de los testigos de la destreza y el tiempo que Elena administra en su taller. En las fotografías que expone se puede comprobar la capacidad que ostenta, ya que no le frena la dificultad del patrón, llegando a realizar motivos tan complicados como las hojas de guipur en una reproducción milimétrica.
 Su dominio en este arte se puede comprobar también en su canal de Youtube, del mismo nombre, corroborado por sus más de 10.600 suscriptores, y superando los dos millones de reproducciones de sus 274 videos.



 Esta ilusión por hacer vainicas era una idea que yo cavilaba hace tiempo, y mi primera reacción fue que me convertiría en la espectadora del grupo, debido a que ocupaba mi tiempo en otros proyectos. Pero tras el segundo video, la bondad de la voz de Elena consiguió convencerme para participar y hacer los ejercicios, con una satisfacción tal que sólo el resto de alumnos con los que comparto curso pueden comprender.



 Conforme avanzan los videos va aumentando la dificultad del ejercicio, sin que con ello disminuya la ansiedad por la siguiente vainica. Con ellas, cada alumno está elaborando su muestrario en distintos colores, y a cual más espectacular y con mayor gusto, dignos de formar parte del album de recuerdos que nuestra maestra está recopilando con una lógica satisfacción. Algunas de las fotos de los alumnos, como en singular y espontáneo concurso, podrían ser las portadas de conocidas revistas de la materia. Los más cuidadosos acompañan su vainica de adornos florales o de complementos de costura, comenzando conversaciones sobre los mismos, como fue el caso de un juego de dedal, guardajugas, tijeras y punzones, que para nadie pasó desapercibido. Algo similar ocurrió con diferentes tijeras.
 La búsqueda de descatalogadas revistas de vainicas o el abecedario para bordar nuestro nombre ocuparon bastante nuestro tiempo en común. Muy comentados fueron los bordados de siluetas de tijeras, y muchas compañeras están haciendo este curso gracias a que Sonia Plaza les proporcionó los materiales.

 Es inevitable que tengamos numerosas historias, ya que se trata de un considerable número de alumnos, entre los que se encuentran algunos artesanos y maestros del encaje de bolillos, como Ana Isabel Madrigal Francisco Cordero Carrión


Detalle del muestrario de vainicas dirigido por Elena.

 Elena, con su interminable paciencia, responde a cada pregunta, a cada comentario, bien en el grupo, por mail o WhatsApp, llegando a colapsar su tiempo. Es cuando descubrimos con deleite que es persona, que se debe a su familia, a sus dos pequeñas alumnas, lógicas beneficiarias de la habilidad de su Madre. Como consecuencia de este colapso, surge un sentimiento de compañerismo en el que las dudas más básicas o ya comentadas empezaron a ser respondidas por las que ya habían superado ese problema, con el alivio y aceptación por parte de nuestra profesora. Lo cierto es que muchas de las cuestiones son comunes y es más práctico el comentarlas en abierto al resto del grupo.

 Y todo gracias a ella, a Elena, para quien cada vainica tiene un nombre basado en su forma de ejecutar, o en el dibujo que resulta, o en como su Madre la nombraba. Para mí, mi Vainica se llama Elena, haga la vainica que haga. Porque mientras la bordo, estoy oyendo esa voz tan dulce, tan paciente, que repite incansable las directrices a seguir, con entrega, con disposición, con autoridad de maestra a sus alumnos. Y la escucho con admiración, con la atención del que quiere aprender, guardando cada palabra en la memoria con recelo. Tenemos mucho en común y, sin embargo, una opuesta disciplina: mi dedal de plata es mi bandera... ¡y ella no usa dedal! Hasta ese imperdonable detalle pierde interés cuando se habla de ella, de "la más caprichosa".


Muestrario de vainicas sin terminar del curso on-line que imparte Elena.

 En cada nueva vainica, Elena añade detalles de su arte heredado, sin esperar nada a cambio. Pero no va a ser así. Su legión de bordadores no saben ya cómo darle las gracias. Y yo, que soy una de ellos, no me conformo con una palabra. Así que, aquí tienes mi forma de agradecerte lo que me estás haciendo disfrutar con los hilos en el taller, en éste al que llamo mi Taller de Hilos.


GRACIAS, ELENA.


viernes, 26 de mayo de 2017

Palillos de bolillos de madera (2).

 Se podría decir que son el tesoro de mi Taller de Hilos. A pesar de dedicarme a otras técnicas, el encaje de bolillos siempre ha estado muy presente, ya sea por su belleza o por su dificultad en la elaboración. Así se justifica también el intenso empeño que he puestoen aprender a hacer este delicado arte.

 En todas mis labores he partido de una premisa imprescindible: para aprender correctamente a hacer un trabajo hay que emplear buenos materiales. Mis manos y mis ojos valen mucho como para que, después de dedicarle tiempo, el trabajo muestre un mal aspecto causado por la pobreza de los materiales. Y ya que lo denomino Taller de Hilos, está claro qué detalle es el más importante para mí.
 Hay algunos elementos que pueden ser sustituidos por otros más rudimentarios, pero manejar accesorios poco adecuados puede originar malos hábitos o incluso el aprendizaje erróneo de una metodología en concreto. Si hay una imagen en la red que me impactó fue aquella que encontré en la que se estaba haciendo encaje de bolillos utilizando pinzas de la ropa... Este extremo no es necesario. Como en todas las artes, hay distintos grados de calidad en los instrumentos, acompañados de un precio. En el término medio está el buen gusto. 

 Conforme me interesaba más el encaje de bolillos iba aumentando mi interés en mejores materiales. Me atraía su belleza, sobre todo, la de las maderas nobles de los palillos de bolillos. Algunas de estas maderas, desconocidas por mí hasta entonces, consiguieron hipnotizarme lo suficiente como para adquirirlas.



 Bolillos de Bayeux en madera de Amaranto. Gallina-alfiletero realizada con la técnica de patchwork, y bolsa a juego para recoger los hilos, confeccionadas por Pepi Eleno.







Palillos de bolillos en madera de Guatembo, algunos pintados con chalk paint o pintura a a tiza por Ángeles Santigosa, coronados por un bolillo recuerdo de Camariñas.

Palillos de bolillos en madera de Bobinga, durante la realización de un encaje.


viernes, 19 de mayo de 2017

Francisco, el pianista de Hinojosa.

 Muchos años lleva Mariña Regueiro creando encajes de Hinojosa, dirigidos desde su Escuela de Encajes en Santiago de Compostela. Su labor ha culminando en la publicación de un libro llamado El Encaje de Hinojosa. Historia y Técnica, escrito en cuatro idiomas, editado en marzo de 2011 por primera vez. Probablemente, éstos sean los mismos años que tiene en su haber personal Francisco Cordero Carrión, la más joven batuta del Encaje de Hinojosa. 

 Tanto desde su canal de Youtube, llamado Patrones 2000, como desde su grupo de Facebook, Encaje de Hinojosa, la sureña voz de Francisco nos descubre cómo llegar al final de una complicada curva, en la que ni habrías pensado en entrar tú solo, con la templanza de estar viendo una película bélica sabiendo el final. Este hecho justifica las impresionantes cifras de sus videos, llegando a las casi 4.300 visitas en algunos de ellos y a más de 56.000 visualizaciones del canal en apenas tres meses.

 Desde un ángulo casi imposible, las explicaciones de Francisco son obedecidas por sus ágiles manos, modelando con sus palabras el más español de nuestros encajes. Su serenidad, transmitida en una lineal voz, nos aporta el escudo de seguridad para seguir hasta el siguiente alfiler, mientras repite incansable el motivo de su proceder a cada paso, volviendo a las primeras lecciones. 

 Sus comentarios alentadores en Facebook se mezclan con las fotos de los ejercicios de sus alumnos, que releen sus palabras, buscando resolver el cambio de guía que les permita acercarse a un trabajo bien hecho. Cada pregunta obtiene la tranquilizadora respuesta de este virtuoso pianista del bolillo, que nos recomienda seguir el método cerrado, obligado al utilizar un mundillo redondo.

 A la vez que su fervorosa audiencia, Francisco está elaborando el muestrario de encaje de Hinojosa con el que nos desvela los secretos de los más de veinte puntos con los que se realiza. En su caso, se puede apreciar un auténtico dominio de esta técnica, ya que sus curvas tienen una ejecución admirable. 

 Llegando a la mitad de los puntos más conocidos del encaje extremeño, y con dudoso éxito en algunos casos por mi parte, soy consciente del esfuerzo que está realizando este maestro, descubierto por mí hace poco. 



 Sobre la mesa de mi Taller, observo este paisaje que contrasta la elevada experiencia de Mariña junto al sorprendente conocimiento de la juventud de Francisco.



 Francisco, gracias. Esperamos tu próximo video.

viernes, 7 de abril de 2017

Palillos de Bolillos de madera.

 Siendo el encaje de bolillos una habilidad con historia propia, además de conservar el estilo primitivo de los resultados, sería adecuado mantener igualmente el método de elaboración en base a los utensilios empleados, favoreciendo la reproducción fidedigna de los primeros encajes.
 En Palillos para hacer encaje de Bolillos nos centramos en la importancia de estos palillos en la producción de encajes, y en cómo afecta en el resultado el material que los constituye.
 Como encajera de gusto tradicional y en constante aprendizaje, mi elección está influenciada por los elementos de siempre. Por eso, la mayoría de los palillos de bolillos que componen mi costurero son de madera, de diferente procedencia.

 Bolillos artesanales sevillanos en un galletero de cerámica de La Cartuja de Sevilla, algunos pintados a mano por Naty Santigosa.





Palillos de bolillos en madera de olivo, labrados en madera de Boj y lisos en madera de Cerezo.


 Palillos de bolillos en madera de Boj, rectos, en pico o decorados por Naty Santigosa.

Bolillos en madera de Amaranto estilo catalán, de Carmelo Badalona, adquiridos en Hilaturas Sonia Juan. Bolsa de crochet en tres colores tejida por Merche GS.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Flor de Pascua.

 La Navidad amenaza con llegar otro año más. Hay que comprar los regalos, la comida de los días señalados... , pero creo que lo que más nos gusta es decorar la casa con motivos navideños. Además del Belén murciano, con los años, exponemos adornos hechos por nosotras mismas. 

 Una de mis primeras puntillas de bolillos sirvió para enmarcar una flor de Pascua bordada, y que mi Madre transformó en una admirable bandeja. Se trataba de una tira recta a la que se le obligó a formar esquinas, con el borde hecho en pluma. Quizá se trate de la segunda puntilla de bolillos que hice y a la que se le podría reconocer como tal sin provocar risa. A pesar de sus fallos técnicos, produjo bastante satisfacción en esta aprendiz de encajera.



 El bordado de la flor seguía la silueta de la misma en color rojo, señalando los bordes con hilo Anchor mouliné lamé en tono dorado. Este mismo hilo es el que se ha utilizado para bordar en relieve los granos centrales de la flor. La hoja posterior se ha bordado con hilo Anchor mouliné en verde oscuro, intentando no desviar la atención de la hoja roja como motivo principal.



 La gama Lamé de Anchor es un tipo de hilo con el que no se puede realizar un bordado fácil. Si observamos el hilo en sí podemos comprobar que está formado por pequeños fragmentos alargados y curvos de material metálico brillante. Estos fragmentos están huecos por lo que permiten pasar un hilo por su interior, y es este hilo el que mantiene a los fragmentos engarzados unos con otros. Debido a esta estructura, si enhebramos la aguja de la forma convencional, al tirar del hilo con el gesto de bordar, el ojo de la aguja encontrará el hueco entre dos fragmentos para quedarse siempre situado ahí, aumentando cada vez más la separación entre los mismos. Con las pasadas por la tela, la tensión hará que la distancia entre los dos fragmentos vaya aumentando, exponiendo el hilo que los une a una mayor fricción con la aguja. Al poco de iniciar el trabajo se podrá observar un auténtico deterioro en el hilo con el que se está bordando, acortando su longitud útil. En algunos casos, antes de apreciar el mal estado del hilo, ya se habrá producido la rotura del mismo, hecho que impedirá terminar de bordar el dibujo o realizar un remate elegante. Por tanto, al trabajar con este tipo de hilo es fundamental enhebrar la aguja con una lazada, como se muestra en las próximas imágenes. La torsión entre fragmentos no es tan prominente y brusca como en el enhebrado habitual, evitando deformar la estructura del hilo. 




 Se introducen los dos extremos del hilo por el ojo de la aguja.


Se pasa la aguja por la lazada que forma el hilo en su extremo.

Se ajusta el hilo alrededor del ojo de la aguja, pero sin tensar.






 El hilo Anchor mouliné lamé se comercializa en varios colores: rojo, azul, amarillo, verde, oro, plata...
 La casa DMC también tiene una línea dedicada a hilos metálicos.









 A pesar de la intensa temática navideña que expresa este bordado, la bandeja puede ser contemplada todo el año, ya que mi hermana no la tiene precisamente guardada. Creo que le gustó bastante este Regalo de Navidad...




viernes, 9 de diciembre de 2016

Pañuelo de Bolillos para Inma.

 Dice que nació hace unos años, pero lo de mi prima Inma es uno de los grandes misterios de la naturaleza... ¿o será que la felicidad te mantiene joven? 

 Era una de las habituales candidatas a acompañarnos a mi hermana y a mí porque éramos pequeñas para quedarnos solas. Recuerdo cómo, nerviosas, preguntábamos quién había sido seleccionada en esta ocasión. ¡Aunque a veces también había aparecido un primo! La noticia se celebraba siempre con gritos y saltos. En realidad, queríamos saber quién nos iba a entretener o con quién nos íbamos a entretener.



 Estar bajo el cuidado de Inma era casi un juego. Ella quería ser una más, intentando conocer las normas de la casa que le explicaban dos niñas traviesas, y que se compinchaban para conseguir objetivos jamás logrados, como dulces o más tiempo antes de acostarse. Qué divertida resultaba la pregunta de si Mamá nos dejaba hacer lo que tan a las claras estaba prohibido. Había que intentarlo... Todavía mantiene ese gesto inocente.





Sin embargo, hay que ver en ella una mujer de auténtica firmeza en su trabajo, con autoridad para dirigir equipos y proyectos, una hipnotizadora conferenciante, de cuidada expresión, y notables experiencia y conocimiento de su especialidad. Todo ello condimentado con una elegante imagen, siguiendo la moda actual, y apoyándose en su eterno aspecto jovial. Con los años, puse en su figura la culminación de un ídolo, el que se puede admirar de lejos o intentar reflejar en sí mismo, pero teniendo la convicción de la imposible copia.

 Por todos estos sentimientos que produce Inma, era importante para mí conseguir hacer un impresionante pañito de bolillos para ella cuando nos convocó por su cumpleaños. Y quería innovar, introducir el cambio en mi estilo de hacer bolillos. Así surgió en una sola labor la combinación de encaje de bolillos y bordado en tul, al que seguirían tantos otros trabajos.


  

 En este patrón destaca la alternancia entre arañas sencillas y arañas múltiples. Pero su originalidad reside en el amplio fondo de punto de la virgen,  mi expresión de bolillos preferida por la concentración que requiere. Un pequeño despiste supone un gran error en el dibujo.











 En el borde, ondas a punto de lienzo con dos galerías consiguen dar el tan deseado efecto transparente al encaje.
 La alternancia en el tipo de arañas define a este pañito, por su cuidada elaboración.


 ¡ Y a Inma le gustó mucho!