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domingo, 3 de septiembre de 2017

Un kimono para Mamá.

 Se ven desde hace unos veranos, pero este año los kimonos destacan más por las telas con las que se han confeccionado. ¿Y quién no tiene un kimono? Pues pensándolo bien... mi Madre no luce ninguno. Así que decidí hacerle uno por su cumpleaños.
 No es el primer kimono que hacemos en este Taller. Son muchas las ocasiones en las que hemos sacado del armario un kimono de otro estilo.

 En general, un kimono tiene mejor movimiento si está hecho con una tela ligera, y con el calor que nos ha tocado este año era casi obligatorio buscar una tela que además fuera fresca. Por eso elegí una viscosa estampada en azul, con un dibujo sin dirección para que el patrón sea más sencillo, sin costura en los hombros.

 En este diseño, el corte es crucial. Recordad que los tejidos de punto no se deshilachan, por lo que no tuve que marcar ninguna línea. Sólo hay que cortar el diseño con las tijeras, dejando 1 cm de márgen para el dobladillo.

 La pieza de tela medía 1,60 m de largo y 1,50 m de ancho. La parte lisa de la tela estaba siguiendo el borde de la pieza, y las flores pequeñas quedaban en el centro. Utiliza una camiseta de tu talla para dibujar las mangas. 

 En el siguiente dibujo se pueden ver los pasos a seguir en la confección del kimono. Seguro que a alguna ya se le ha ocurrido este sencillo método.


 Coloca la tela en tu superficie de trabajo con el derecho de la misma hacia arriba. Dóblala por la mitad dejando el derecho en el interior. Dóblala de nuevo colocando las esquinas inferiores sobre las superiores. Coloca la camiseta doblada por la mitad a lo largo sobre la tela para dibujar el hueco de las mangas, y corta las cuatro telas iguales. 
 Desdobla dos de las cuatro telas. Sobre uno de los lados, dibuja y corta la abertura delantera hasta casi la mitad del largo de la tela. Desdobla la tela y dóblala hacia el otro lado, dejando revés con revés. Cose los laterales, los huecos de las mangas, y también todo el contorno. 
 Para un acabado más profesional, después de cortar el patrón, sitúa la tela derecho con derecho, y remalla y cose las costuras por el revés en vez de hacerlo por el derecho.
 Para los huecos de las mangas y el contorno hemos utilizado el pie de máquina de dobladillo rulote.

 Y el resultado es...



¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMÁ!!

Espero que guste en RUMS.

viernes, 28 de octubre de 2016

Chaqueta azul de lunares.

 A mi abuelo Pepe le gustaban las mujeres vestidas de lunares. Los lunares son alegría, producen sonrisas, y son muy sevillanos. Mi Madre ha heredado ese gusto por los lunares, y yo, parece que me voy haciendo a ellos...
 Cuando ví esta tela azul oscuro de lunares salteados, en seguida imaginé la chaqueta que iba a hacer con ella.
  Antes de empezar la confección, sumergimos la tela en un baño de agua con una pequeña cantidad de sal, con el fin de fijar el color, y que se mantenga con los lavados. Después, hay que enjuagarla bien para eliminar el exceso de sal. La tela elegida tiene un tenue brillo, que conservará gracias a este tratamiento.






 Se trata de una chaqueta entallada, de siete piezas, con mangas tipo sastre.










  


 Las vistas delanteras le darán el cuerpo suficiente para no necesitar entretela, que podría porporcionar demasiada rigidez al frontal.





 Las solapas deben quedar con los bordes en esquina recta. Para conseguirlo, conforme se llega a la esquina, hay que bajar la longitud de la puntada a 1, y realizar dos o tres pespuntes a esa longitud. Justo antes de la esquina, hay que dirigir la aguja en oblicuo a la línea que seguirá la costura después de la esquina, como si se cortara la misma. Al llegar a la costura de después de la esquina, volver a realizar varios pespuntes con la longitud de 1, y seguir la costura a la longitud normal, por ejemplo, a 3, para continuar uniendo la vista al cuerpo. Realizando así la costura, puede no ser necesario remallar en la misma esquina, ya que quedará perfectamente rematada.





 Cuando ya estén unidas la vistas al cuerpo, utilizar la plancha por el revés de la tela para viciar el dobladillo. Después, mantenerlo vuelto hacia la costura, sujetándolo con los dedos desde fuera mientras se vuelve la tela. Mover la tela para abrir la costura hasta llegar a ver el pespunte. Planchar al filo de la señal que se ha hecho en la primera plancha.




 En el caso de las esquinas, volver primero el dobladillo que esté más recto. Para abrir la esquina, mover la tela, masajeando con dos dedos, uno por cada lado, hasta conseguir el ángulo perfecto. Finalmente, apretar con los dedos hasta que se quede fijo, y después, planchar.
 No utilizar nunca un objeto punzante para abrir la esquina porque se podría llegar a romper la tela.







 El resultado es que hemos elaborado una prenda bastante combinable, alegre y elegante, indispensable cuando las temperaturas se suavizan, buscando cambiar de estación.
































 Junto a la chaqueta se observa un rincón del sur. La plaza del Triunfo de Sevilla se encuentra situada entre la Catedral y el Alcázar, y está presidida por el Templete del Triunfo y una estatua de la Inmaculada, imagen venerada por los miembros de las Tunas de Sevilla cada año en diciembre. Elevada sobre una columna en la que se le titula como "Regina" y rodeada por cuatro sevillanos ilustres, defensores del inmaculismo, podemos admirar una imagen de la Virgen con las manos superpuestas en el escote y con una nube de querubines a sus pies. Inevitable desviar la mirada del Templete hacia Ella cuando la luz de Sevilla enciende la blanca piedra que la moldea, a la vez que ese azul único resalta sus formas.
 Y para seguir soñando, hay que observarla como está representada en el cuadro, desde el Alcázar; y mantener el aliento en suspenso al comprobar que, no muy lejana, la Giralda le presta mirada de fe, reafirmando su religión. 
 Así refleja este trocito de Sevilla Naty Santigosa.


 

 Sé diferente. No dejes que las normas te rijan. Una chaqueta así llamará más la atención si llevas las mangas subidas hasta casi el codo. Consigues un toque más actual. Adórnala con pulseras de colores claros, oro blanco, oro rosa, o quizá plata envejecida... al más puro estilo Ángeles Santigosa.
 ¿Qué tal si nos damos un paseo por RUMS? ¿Conoces RUMS D?


viernes, 27 de mayo de 2016

El Kimono, tu chaqueta de verano.

  El estilo oriental nos provoca admiración. La suavidad de sus tejidos, que se deslizan sobre el cuerpo al menor movimiento, susurrando sensualidad, no dejan a ninguna mujer sin esbozar una sonrisa. Queremos sentirlo sobre nuestra piel, queremos participar del street style, en ambiente informal o de etiqueta, para una ceremonia o con vaqueros. Y el clima de nuestras noches de verano nos ayuda a decidirnos. 

 Hasta las firmas de siempre en Sevilla se han fijado en estas prendas, recalcando que no es un complemento al vestir, es una prenda de vestir. La conocida firma Lina añade a sus kimonos detalles que los hacen más nuestros, más sevillanos, como son flecos y bordados. Los largos flecos en esas amplias mangas obligan a volar a los bordados estilo mantón que rematan sus extremos. Ahora se ve a la mujer española...

 Es tan fácil de hacer que yo no me he podido resistir. Al ser un diseño tan sencillo, la tela es en lo que más te has de fijar. Crepes de China, sedas naturales o quizás batista de algodón. Yo he elegido batista de viscosa, resistente a la lavadora, pero puedes utilizar mezcla de viscosa y algodón (necesitará plancha), o mezcla de viscosa y seda (que tendrás que lavar a mano). Te recomiendo telas ligeras con estampados florales, unicolor o de colores vivos. Los colores pastel darán sensación de lencería.



 Puedes consultar la confección en cómo hacer un kimono. Es un tutorial donde se explican los pasos a seguir y además encontrarás los patrones gratis para descargarlos.

Si eres de las lanzadas que no quiere patrones, la otra opción es seguir las explicaciones de cómo hacer un kimono sin patrones, de la misma web.



 Si quieres que las mangas y el cuello queden más terminadas, cubre todo el remallado con una cinta de rayón. Realiza el dobladillo a la vez que colocas la cinta y evitarás un pespunte más. Yo he utilizado un ancho de cinta de 1.1 cm, pero puedes poner un ancho superior si quieres marcar más los bordes de tu kimono. Necesitarás unos 5 m de cinta, según el vuelo de las mangas y el largo.





 

 Elige una cinta de un color diferente al de la tela, así le darás un acabado más profesional y actual. Cose la cinta a la máquina con un pespunte a cada lado de la misma, usando puntadas largas, por ejemplo, con el 3. 



 Cuando luzcas tu kimono esta cinta se verá y le dará un estilo personal a la prenda. 













Ya no tienes excusas
¡¡Serás la única sin kimono este año!!




 ¿Te vienes a ver lo que hay en RUMS?


 Y también hay que visitar otro RUMS !!!