Cuando
empieza el calor, tus propias manos pueden dañar los hilos o las telas
con las que estás trabajando. Una opción para no abandonar tu taller mientras vuelve el frío es realizar una técnica en la que no
toques directamente los materiales. Y esa técnica puede ser encaje de bolillos. Desde un pañito cuadrado hasta un chal, pasando por una bolsa,
una puntilla para un mantoncillo o un babero, tienes tantas ideas que
el verano se hará muy corto.
De
todo lo que he hecho en bolillos, mi obra fetiche son estos patucos:
Las distintas piezas se realizan por separado. Tres en total : puntera, talón y suela. Si quieres un acabado delicado, debes utilizar Fincrochet del número 100. Y si buscas un toque antiguo, elige el color crudo en vez del color blanco. Cualquiera de estos hilos los encuentras en la Mercería El Siglo de Zaragoza.
Como ves, hacen falta bastantes bolillos, en este caso, para la suela.
Cuando tengas las tres piezas terminadas, únelas con pequeñas puntadas. Si haces una cadeneta de croché, las uniones quedarán demasiado marcadas.
Cuando ya los has terminado, ¡no puedes evitar sonreír!
Es que los vas a necesitar? No me habías dicho nada ja ja. Ya los había visto y son una pijada. Parece que no lo han tocado las manos. Una monería
ResponderEliminarEsto tiene un trabajo impresionante.
ResponderEliminarHija. A mi niña le hubieran quedado monisimos. Ya podías haber mandado unos para sevilla. Jajaja!!.
ResponderEliminarSon preciosos.
Que arte tienes guapa y mucha paciencia para hacer eso patucos
ResponderEliminar¡Pero qué preciosidad! Es increíble....
ResponderEliminarUauuuuu!! Qué artista!!
ResponderEliminarMaravillosos
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