viernes, 9 de diciembre de 2016

Pañuelo de Bolillos para Inma.

 Dice que nació hace unos años, pero lo de mi prima Inma es uno de los grandes misterios de la naturaleza... ¿o será que la felicidad te mantiene joven? 

 Era una de las habituales candidatas a acompañarnos a mi hermana y a mí porque éramos pequeñas para quedarnos solas. Recuerdo cómo, nerviosas, preguntábamos quién había sido seleccionada en esta ocasión. ¡Aunque a veces también había aparecido un primo! La noticia se celebraba siempre con gritos y saltos. En realidad, queríamos saber quién nos iba a entretener o con quién nos íbamos a entretener.



 Estar bajo el cuidado de Inma era casi un juego. Ella quería ser una más, intentando conocer las normas de la casa que le explicaban dos niñas traviesas, y que se compinchaban para conseguir objetivos jamás logrados, como dulces o más tiempo antes de acostarse. Qué divertida resultaba la pregunta de si Mamá nos dejaba hacer lo que tan a las claras estaba prohibido. Había que intentarlo... Todavía mantiene ese gesto inocente.





Sin embargo, hay que ver en ella una mujer de auténtica firmeza en su trabajo, con autoridad para dirigir equipos y proyectos, una hipnotizadora conferenciante, de cuidada expresión, y notables experiencia y conocimiento de su especialidad. Todo ello condimentado con una elegante imagen, siguiendo la moda actual, y apoyándose en su eterno aspecto jovial. Con los años, puse en su figura la culminación de un ídolo, el que se puede admirar de lejos o intentar reflejar en sí mismo, pero teniendo la convicción de la imposible copia.

 Por todos estos sentimientos que produce Inma, era importante para mí conseguir hacer un impresionante pañito de bolillos para ella cuando nos convocó por su cumpleaños. Y quería innovar, introducir el cambio en mi estilo de hacer bolillos. Así surgió en una sola labor la combinación de encaje de bolillos y bordado en tul, al que seguirían tantos otros trabajos.


  

 En este patrón destaca la alternancia entre arañas sencillas y arañas múltiples. Pero su originalidad reside en el amplio fondo de punto de la virgen,  mi expresión de bolillos preferida por la concentración que requiere. Un pequeño despiste supone un gran error en el dibujo.











 En el borde, ondas a punto de lienzo con dos galerías consiguen dar el tan deseado efecto transparente al encaje.
 La alternancia en el tipo de arañas define a este pañito, por su cuidada elaboración.


 ¡ Y a Inma le gustó mucho!


5 comentarios:

  1. Muy bonito y muy emotivo... Eres una pedazo de artista...

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  2. Seguro que a Inma le ha gustado este precioso pañuelo y sabra el trabajo que tiene, así que lo disfrutará mucho
    Besos

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  3. Para mi gusto es lo más bonito que haces. Me gustaría ver un pañito más grande de los habituales rectangular o cuadrado, da igual. Precioso y muy bonito lo que le dices a tú prima. Se pondrá colorada, seguro

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  4. Prima me has dejado sin palabras!!!!!.Me gustó y me gusta el pañito, pero más me gustas tú!!!! Con todos tus matices...te quiero guapa

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  5. Una entrada de lo más emotiva, con un trabajo fantástico como regalo para tu prima.
    Besos

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